EL CHAVO DEL 8
interpretado por: Roberto Gómez Bolaños
¡Chavo! para aqui, ¡Chavo! para allá. ¿Su verdadero nombre? Nadie lo sabe, nosotros tampoco pues siempre que el Chavo estaba a punto de decir su nombre, alguien lo interrumpia.
Asi que el personaje central no tiene un nombre definido, haciendose más identificable con todos nosotros: es el único personaje que no tiene identidad definida ni origen sustentado. Es totalmente solitario y por ende, es susceptible de dejarse influenciar por los demás.
En parte es cierto, pero en el tambien se manifiesta de modo muy claro el fenómeno de la resiliencia ya que el Chavo se mantiene intachable en su conducta marchando de acuerdo a su edad. Tiene actitudes e ideas muy positivas, encontramos en él reglas muy sólidas y válidas, aunque su baja autoestima no le permite confrontar con éxito las opiniones de los demás siendo en la mayoría de casos llevado por los planes de los demás.
El Chavo tiene 8 años de edad y se ha especulado mucho sobre porqué el Chavo del Ocho. para algunos, se debe a su edad; para otros, porque se emitia en el canal 8 de México, el llamado Canal de las Estrellas. ¿Para mi? Pienso que se llama así porque vivía en el apartamento número ocho. También aqui se repite la constante: alguien en la vecindad le ha ofrecido alojamiento al Chavo pues el barril sólo es su escondite secreto. Sin embargo, nunca se sabe quién es porque lo interrumpen de la misma manera que cuando quiere decir su nombre.
Llegó a la vecindad cuando tenía 4 años de edad, justo en el mismo día del cumpleaños de la Chilindrina. Desde esa ocasión se han vuelto inseparables. Intelectualmente, el Chavo es de rendimiento inferior al promedio de su edad y es comprensible, pues no cuenta con un recurso muy importante: la nutrición. A pesar de su corta edad, el Chavo no prueba alimento alguno y esto tal vez sea la causa más contundente que explique su "torpeza". La única vez que se sabe que el Chavo comió tres veces al día fue cuandro estuvo internado en un hospital, argumento que nos rompe el corazón cada vez que lo escuchamos.
Otro dato que nos sorprende sobremanera de este niño es que sufre un daño aparentemente nuerológico, pues cuando le sucede el acceso pierde toda función motora y cognitiva. El suele llamarla "Garrotera" pero nadie sabe a ciencia cierta ni se ha preocupado por ello. Es que la solución es simple, basta un poco de ague en el rostro y listo, Chavo recuperado.
Como todo niño suele ser impulsivo, quizá un poco más de lo esperado pues desde que ha tenido uso de razón ha tenido que sobrevivir en la jungla más grande del planeta: la ciudad. El Chavo ha tenido que soportar humillaciones, trabajos forzados y hasta hambre, circunstancias que han marcado y marcarán su personalidad en el futuro. Lo que sí resulta preocupante en él es su pobre control de impulsos. Cuando la ira lo invade no mide las consecuencias de sus acciones y esto resulta perjudicial para quienes lo rodean pues pueden salir lastimados. Pero el Chavo no es consciente de esto, y no existe malicia en su accionar, por lo que creo puede cambiar favorablemente.
Para él su familia más cercana son los del 72. Don Ramón es como un padre para él pues aunque no lo parezca a simple vista, siempre está tratando de imitarlo y de conocer todo en él. Es la figura paterna a la cual trata de emular el Chavo en muchas ocasiones. La Chilindrina es como su hermana y el otro niño, Quico un compañero más, aunque no llega a establecer lazos afectivos fuertes con él debido a sus numerosos desplantes.
El Chavo no es ajeno al trabajo. Está convencido que es la única forma de hacerse de dinero y poder comprar su torta de jamón. Asi vemos al incansable niño hacer de bolero (aqui le decimos lustrabotas), vendedor de aguas frescas, de periódicos, de billetes de lotería y hasta recolector de botellas vacías.
Con los demás el Chavo irradia inocencia pero también pone a prueba la paciencia de todos con sus travesuras y tropiezos. Si no lo creen, pregunténle al Sr. Barriga, quien siempre que llega a la vecindad, el Chavo lo recibe con un golpe. O Don Ramon, quien no tiene la culpa de estar justo en el momento equivocado cuando el Chavo le pega a Quico y la cachetada se la lleva él. En fin, el Chavo es un niño que tiene mucho amor para dar y ojalá que en el futuro, la Chilindrina sepa dárselo.
VESTIMENTA TÍPICA DEL CHAVO DEL OCHO
Utiliza un polo a rayas. En los inicios de la serie este polo solía ser de color verda, pero a medida que pasaron las temporadas fue cambiando hasta quedar con el estándar de doble color: beige y azul. En la parte inferior lleva pantalones hasta la canilla, de color mostaza y suelen estar deshilachados en la basta. El Chavo tiene sólo dos pares de pantalones, unos viejos y unos nuevos. Para sostenerlos lleva atado a ellos un par de suspensores de color naranja.
Utiliza el clásico gorro que todos conocemos, es cuadriculado de un color verde petróleo. Y sus zapatos son de color negro, con pazadores amarillos. Estos zapatos fueron de Don Ramón pero éste se los regaló cuando el Chavo llegó a la vecindad.
FRASES DEL CHAVO
El Chavo tiene en su historial lingüístico muchas frases repetitivas como:
"Se me chispoteó"
"Bueno pero no se enoje"
"¿Y yo que dije...?¿Y cómo es?
"Es que no me tienen paciencia"
"Eso, eso, eso"
"Fue sin querer queriendo"
"Zas, zas, que yo era...y luego...y luego...zas!"
APODOS/INSULTOS DEL CHAVO
El Chavo no ha sido ajeno a toda clase de insultos o apodos. Entre los más memorables:
"¡Chavo, tú no tienes un cerebrito, un cerebruto!" (La Chilindrina)
"¡Ay Chavo, si no eres más bruto por falta de vitaminas!" (La Chilindrina)
"¡¡Ratero!!" (Toda la vecindad)